El gobierno de Donald Trump ha enviado un submarino nuclear a la península de Corea para que se sume a las próximas maniobras con su portaaviones Carl Vinson, en lo que pretende ser una muestra de fuerza ante el desafío planteado por Pyongyang con sus continuas pruebas de armas.
El submarino Michigan está equipado con misiles de crucero Tomahawk, los mismos que usó EEUU para atacar la base siria de Shayrat a principios de este mes. Pese al evidente mensaje que conlleva la presencia del moderno submarino en aguas coreanas, se cree que la acción se trata de lanzar un aviso y no una amenaza concreta.
Por su parte, Corea del Norte ha llevado a cabo lo que parece ser la mayor maniobra militar con fuego real este martes para conmemorar el 85 aniversario de su Ejército. Las maniobras han tenido lugar en torno a la ciudad portuaria de Wonsan y se cree que el dirigente norcoreano, Kim Jong Un, habría estado presente en las mismas.
El presidente Donald Trump dijo a la cadena Fox Business Network a principios de este mes, que planeaba enviar a la conflictiva región una «armada», aunque su anuncio posterior de la llegada de un portaaviones resultó poco exitoso, toda vez que tomó el rumbo contrario a la península coreana.
A este tenso panorama se suma la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un decida realizar su sexta prueba nuclear.
Las últimas fotos tomadas por satélite del centro de pruebas nucleares de Punggye-ri han mostrado intensa actividad en las instalaciones de cara a preparar un supuesto nuevo test atómico.
