Panamá decide aplicar mayor control migratorio a venezolanos y colombianos

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Panamá decide aplicar mayor control migratorio a venezolanos y colombianos

Panamá reducirá el tiempo de estadía de turistas de Colombia, Venezuela y Nicaragua en medio de llamados a poner un mayor control ante el masivo flujo inmigratorio de los últimos años.

El presidente Juan Carlos Varela dijo el viernes que esta decisión es parte de una serie de medidas migratorias que implementará en los próximos días. Refirió que se acortará la estadía de 180 a 90 días que se les otorga a los turistas de esos tres países y se buscará verificar que cuenten con los ingresos necesarios para entrar con ese estatus.

Aunque tradicionalmente la inmigración a Panamá ha venido principalmente de la vecina Colombia, en los últimos tiempos el torrente migratorio se ha generado más que todo de Venezuela a medida que se agrava la crisis política y económica en ese país.

Inmigrantes indocumentados hacen cola para legalizar su situación en Panamá. Foto de archivo. Geovanni Hernández R. EFE

Críticos a esa ola inmigratoria afirman que muchos extranjeros ingresan con facilidad como turistas para luego quedarse trabajando al margen de la ley y hay sectores que exigen que se les soliciten visas.

Las autoridades migratorias admiten que el país no estaba preparado para recibir semejante aluvión de extranjeros pero consideran que se tiene que andar con cuidado al momento de establecer mayores controles para no afectar la economía y el turismo, cuyo auge en los últimos años en un país dolarizado y de servicios incentivó la inmigración laboral.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Migración, solo en 2016 ingresaron más de 700.000 extranjeros entre colombianos y venezolanos, una cifra que casi duplica la de 2010 (404.905 entre esas dos nacionalidades). No se tiene un informe preciso de cuánto de esa gente regresó a su país o permaneció en Panamá, un país de 3,5 millones de habitantes.

Según estadísticas oficiales, más de un cuarto de millón de extranjeros, mayormente de Colombia, Venezuela y Nicaragua —en ese orden— fueron legalizados entre 2010-2016, pero no se tiene informes sobre el número de inmigrantes sin documentos al día.

El involucramiento de extranjeros en actos de delincuencia y crimen, como la reciente captura de una banda de colombianos y venezolanos que clonaban tarjetas de crédito, también arrecia el malestar local ante la ola inmigratoria.