Nueva York, RDHerald.- Miles de kilos de la potente y letal droga fentanilo, enviados a Estados Unidos para ser traficados en sus calles, se fabrican en la República Dominicana y China, reveló ayer el saliente jefe de la DEA en la división de Nueva York, James Hunt, poco después de su retiro obligatorio como empleado federal, a los 60 años de edad.
Hunt, dijo en una entrevista con el tabloide NY Post, que la droga, mató a 1.600 adictos en la ciudad en 2017, quienes murieron por sobredosis del fentanilo proveniente de la República Dominicana, China y México.
“Estados Unidos enfrenta una gran amenaza con el tráfico del fentanilo, lo que yo podría llamar como un cambio de juego de los carteles de las drogas”, dijo Hunt.
Calificó la epidemia del fentanilo peor que el brote de la cocaína en crack en los años ochentas y noventas, que también mató a miles de adictos y dejó cientos de asesinatos por enfrentamientos entre los narcotraficantes, mayoritariamente dominicanos, que controlaban el tráfico en Nueva York.
“Han muerto más personas ahora por sobredosis de fentanilo, que todas las que murieron en esas décadas”, afirmó el ex agente especial de la DEA.
Dijo que el fentanilo llega a Estados Unidos, principalmente desde México, donde es enviado desde República Dominicana y China, países donde se fabrican los “ladrillos” (kilos).
«Una cosa que extrañaré es a la gente», dijo Hunt. «El profesionalismo y la camaradería en la policía de Nueva York no tienen paralelo».
Explicó que el negocio del fentanilo es altamente lucrativo para los narcos, que con invertir $5.000 dólares por cada kilo, obtienen un millón en la reventa callejera.
“Pero la potencia del fentanilo dificulta que los distribuidores eviten matar a sus clientes, porque las personas que los cortan y empaquetan simplemente no saben cuán poderoso es», agregó Hunt.
El ex agente, que cumplió los 60 de edad ayer jueves, es un ex policía de Nueva York que siguió los pasos de su padre al enrolarse en la DEA, y ascendió a la misma posición de agencia que su difunto papá que también se llamaba James Hunt, y trabajó en el famoso caso «Conexión Francesa», una de las investigaciones más reseñadas en la historia del narcotráfico internacional.
La carrera de Hunt en la DEA incluyó el trabajo encubierto que investigaba el tráfico de heroína durante la década de 1980, cuando se hizo pasar por un adolescente “irlandés” que vivía en El Bronx y estaba dispuesto a hacer el trabajo sucio para la mafia, lo que llevó al arresto del infame asesino de la familia del crimen organizado Bonanno, Thomas Karate Pitera (Tommy).
Hunt también dirigió un equipo de agentes que encontraron los restos desmembrados de las víctimas de Pitera enterrados en el Refugio de Vida Silvestre William T. Davis en el condado de Staten Island.
Más tarde trabajó en Miami y Virginia antes de regresar a Nueva York en 2005 para dirigir la Fuerza de Tareas de Control de Drogas, y fue elegido para encargarse de la División de Nueva York de la DEA, que es la más grande del país, en 2014.
Hunt, que es soltero y vive en Nueva Jersey, también ha conseguido un alto perfil mediático, con el caso del narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán (El Chapo) quien será enjuiciado en la corte federal de Brooklyn el próximo mes después de ser extraditado a los Estados Unidos.