Culpable, fue el veredicto para dominicano que mató su exmujer en 2018 y su hermano que ayudó a ocultar el cuerpo

Gualberto Lebrón mató a Julia Vega en 2018 y su hermano Gilberto le ayudó a ocultar el cadáver

0
547

New Jersey, RDHerald.- Dos hermanos dominicanos fueron condenados este jueves por el homicidio de Julia Vega, una trabajadora de una guardería cuyo cuerpo fue encontrado en bolsas de basura detrás de una casa abandonada en Nueva Jersey en 2018.

Gualberto Lebrón, de 37 años y padre de los hijos de Vega, fue encontrado culpable por el jurado de homicidio agravado, robo con allanamiento de morada, agresión sexual agravada, manipulación de testigos, profanación de restos humanos, conspiración y poner en peligro el bienestar de sus niños.

Mientras que Gilberto Lebrón, de 38 años, hermano de este y residente de Newark, también en Nueva Jersey, fue hallado culpable de profanar restos humanos, ayudar a destruir los restos de Vega y encubrir el crimen.

El 9 de mayo de 2018, la víctima había salido del trabajo hacia su casa durante su hora de almuerzo, en ese momento Gualberto irrumpió en el apartamento y la mató. El hombre limpió el domicilio de Vega, envolvió su cuerpo en una alfombra para sacarlo hasta el auto de ella, en el cual huyó.

De acuerdo con las autoridades, la muerte de la mujer fue la «culminación de una historia de violencia doméstica». Días antes del homicidio, el hombre había estrangulado y agredido sexualmente a Vega en el departamento mientras sus hijos estaban presentes. Aunque logró escapar, Gualberto la persiguió hasta la calle, donde trató de hacerle daño, hasta que los vecinos intervinieron.

Esa vez, Gualberto también huyó, pero regresó para amenazar de muerte a la mujer si no retiraba los cargos en su contra. Los amigos de Vega y las autoridades le recomendaron que se mudara a un refugio, pero se negó.

La mujer fue reportada como desaparecida la misma noche del 9 de mayo, horas después de haber sido asesinada. Las autoridades presumen que el victimario mantuvo oculto el cadáver hasta encontrar el lugar para deshacerse de él. En este punto contó con la ayuda de su hermano Gilberto.

Los dos hermanos almacenaron el cuerpo de Vega en bolsas de basura resistentes, llenas de productos químicos y selladas con cinta adhesiva. Las bolsas fueron encontradas casi un mes después, el 1 de junio de 2018, detrás de una casa abandonada en Irvington.