Sentencia de 37 años de cárcel para capo mexicano que asesinó a un agente de la DEA

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Félix Gallardo, conocido como «Jefe de Jefes» y detenido desde 1989, fue declarado penalmente responsable de dos homicidios

Un juez mexicano condenó a 37 años de cárcel a Miguel Ángel Félix Gallardo, ex líder del cártel de las drogas de Guadalajara, por los asesinatos de Enrique Camarena, agente de la agencia estadounidense antidrogas (DEA), y del piloto mexicano Alfredo Zavala, ocurridos en 1985.

Félix Gallardo, conocido como «Jefe de Jefes» y detenido desde 1989, fue declarado penalmente responsable por esos homicidios por el Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales del estado de Jalisco, informó hoy el Consejo de la Judicatura Federal en un comunicado.

El capo mexicano fue sentenciado a pagar, junto con los otros sentenciados por estos homicidios, 20,8 millones de pesos (unos 1,1 millones de dólares) como «reparación integral del daño» a los beneficiarios de las víctimas.

El juez decretó además sentencia absolutoria para Félix Gallardo, de 71 años de edad, por el delito de posesión de cocaína con fines de venta, explicó el Consejo.

Félix Gallardo, acusado del asesinato del exagente de la DEA, Enrique Camarena Salazar. (Foto: proceso.com.mx)

Por los asesinatos de Camarena y Zavala la justicia mexicana condenó a prisión a los capos Ernesto Fonseca y Rafael Caro Quintero, socios de Félix Gallardo en el cártel de Guadalajara.

Camarena y Zavala fueron secuestrados el 7 de febrero de 1985 en Guadalajara, capital del estado de Jalisco, y posteriormente asesinados, y sus cadáveres fueron hallados en el estado de Michoacán.

Fonseca, alias «don Neto», se encuentra en prisión domiciliaria desde julio de 2016 en tanto que Caro Quintero dejó la prisión en 2013 por un fallo judicial que luego fue revocado y actualmente se encuentra prófugo.

Fonseca y Caro Quintero, junto con Félix Gallardo, fundaron en las décadas de 1970 y 1980 el cártel de Guadalajara, una de las primeras organizaciones criminales mexicanas que trabajaron con las mafias colombianas de las drogas.

Fue detenido en 1989 y tras pasar más de 20 años encarcelado en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, fue cambiado a la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco.