RD Herald.- La casa donde vivía la familia McKenzie —Mr. McKenzie, doña Ana y los hermanos Gardo y Ervin— estaba en la acera Este, al lado de la familia Teruel. Era la casa número 3, pintada de verde, con una pequeña galería, un patio y propiedad de doña Gloria Beato, quien residía en la Duarte casi esquina Juana Saltitopa.
En el patio, lado Sur, había una casita pequeña donde vivieron, en diferentes épocas, Frank “el Calié”, luego doña América con sus hijos Leonel y Nelson, y más adelante un profesor de la escuela República de Panamá —luego Padre Lamarche—, conocido como Caballero, junto a su hijo Víctor.
La escuela que cambió el barrio
La Srtas. Villa era la última calle del pueblo hacia el Este hasta que se construyó la escuela República de Panamá, inaugurada en 1953. Uno de sus primeros alumnos fue el hermano mayor, Arnold Edgardo “Gardo” (EPD).
En la segunda mitad de los años 50, don Ernesto de la Maza, padre de Rolando, Fernando y Elizabeth, levantó su casa justo frente a la escuela, junto a su esposa doña Hilda Tactuck. Al lado, ya existía la vivienda de don Carlitos Jáquez Olivero, oficial del Ejército, quien vivía con doña Zoila y sus hijos Carlos Ramón y Kirsys. Entre ambas casas había un “caminito” que los muchachos del vecindario usaban para cruzar hacia la escuela.
Los vecinos de antaño
En ese tramo de la calle vivieron familias y personajes inolvidables.
- En la esquina con la Benito Monción, don Diego Teruel y doña Nenita con sus hijos Martha María (EPD) y Dieguito, hasta mudarse a mediados de los 50.
- En la misma casa luego residió un ingeniero de Elmhurst Corporation, empresa contratada por Trujillo para construir la Autopista Duarte. Se llamaba Khoury, oriundo de Santiago, al que llamaban “Panchicu”, y tenía una hija muy linda llamada Letty. Más tarde, allí vivió el coronel Bonetti Burgos del Ejército Nacional.
- A continuación estaba “la casa de nosotros”, y más adelante un solar donde los niños jugaban pelota y volaban chichiguas.
En la esquina con Padre Adolfo residía el doctor Cristóbal Núñez (Don Toba), su esposa doña Graciela Gómez (Chechela) y sus hijas Adalgisa, Marisela y Yanet. Allí también vivió el general Juan Tomás Díaz, comandante de la brigada del Ejército en La Vega durante la gesta del 14 de Junio de 1959, junto a su esposa doña Cristina (doña Chana) y sus hijos Jaime y Eduardo.
En la acera Oeste vivían don Silvestre y doña María Cáceres con una gran familia de hijos; luego, en casas contiguas, Eduardo Guzmán, la familia Tavárez-Reinoso (don Crescencio, doña Inés, Damian, Rosario y Julio) y Leticia, quien trabajaba en la tienda La Vegana.
Más adelante, don Carlos Manuel Monción (Titilo) y doña Carmen Sánchez con sus hijos Johnny, Carlitos, Carmen Ofelia y Carmen María; allí también vivió por un tiempo el periodista Juan José Ayuso. En otra casa vivió el abogado Pucho Salcedo, y más tarde el capitán del Ejército Neit Nivar Seijas con su esposa doña Yolanda.
A principios de los 60, llegó un señor de Puerto Plata, apellido Jansen, gerente del Banco Agrícola, y al lado de él, don Octavio Mejía y doña Eutimia, padres de Octavio (Tavito), Garibaldi y las mellizas, una de ellas profesora en la escuela República de Panamá. Finalmente, don Ramón Jáquez y doña Mercedes, donde vivía Filgia Jáquez y una joven llamada Laly.
Detalles que no se olvidan

De esa última casa, el autor recuerda la mata de cerezas en el patio, ver a doña Lola —madre de don Ramón—, con más de 85 años, ensartar una aguja sin espejuelos, y a doña Mercedes en sus labores de costurera, tejiendo no solo telas, sino lazos de amistad con su madre.
Un relato de vida, de vecinos y de memorias que, aunque pasen los años, siguen vivos en cada esquina y en cada recuerdo de la calle Srtas. Villa.
¡Hasta una próxima entrega sabatina!