«Inmigrantes contra Donald Trump», en el día del trabajo

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New York. — Inmigrantes y sindicatos marcharán hoy en ciudades de todo Estados Unidos para conmemorar el Día Internacional de Trabajo y protestar contra los esfuerzos del presidente Donald Trump para impulsar las deportaciones.

Se espera que decenas de miles de migrantes y sus partidarios protesten en ciudades como Nueva York, Chicago, Seattle y Los Ángeles. También hay actos previstos en decenas de ciudades más pequeñas, desde Fort Lauderdale, en Florida, a Portland, Oregon.

En muchos lugares, los activistas piden a la gente que no acuda a sus empleos, a la escuela ni a comprar para mostrar la importancia de la inmigración en las comunidades estadounidenses.

Aunque los miembros de los sindicatos suelen marchar el 1 de mayo en favor de los derechos de los trabajadores en todo el mundo, la jornada se ha convertido en una fecha clave para migrantes en Estados Unidos desde las multitudinarias protestas de 2006 contra una propuesta de ley sobre inmigración.

En los últimos años, las protestas por los derechos se redujeron mientras los grupos centraban su atención en el registro de votantes y el cabildeo. Se espera que un gran número de personas vuelva a salir a la calle este año ya que los colectivos de migrantes se han unido a asociaciones de musulmanes, defensores de los derechos de las mujeres y otros en contra de las políticas del gobierno de Trump.

“Nunca habíamos visto un apoyo tan grande como el que tenemos desde la elección de Donald Trump”, informó Kica Matos, portavoz del Fair Immigration Reform Movement.

En sus primeros 100 días en la Casa Blanca, Trump ha promovido intensamente la implantación de las normas migratorias, como decretos para erigir un muro en la frontera con México y para vetar la entrada al país desde seis naciones de mayoría musulmana.

El gobierno detuvo a miles de personas que estaban de forma ilegal en el país y amenazó con retener la financiación a las jurisdicciones que limitan la cooperación entre las autoridades migratorias locales y federales.

En respuesta, los líderes locales prometieron pelear y la participación cívica aumentó, incluyendo el “Día Sin Inmigrantes” en febrero. El veto migratorio y la norma contra las conocidas como “ciudades santuario” fueron suspendidas temporalmente en los tribunales.

Una ciudad puede recibir la denominación de “santuario”, como cuando le ordena a su policía que no pregunte sobre la residencia legal de los detenidos o que decline peticiones de las autoridades migratorias para mantener retenidos a los acusados mientras esperan ser deportados.

Además de las manifestaciones, activistas por los derechos de los migrantes en comunidades de Indiana, Massachusetts, Texas y otras partes del país convocaron huelgas para mostrar al país la demanda de mano de obra migrante y su poder de compra.

“En este día, no iremos a trabajar. No iremos a la escuela. No compraremos nada”, dijo Francisca Santiago, una trabajadora en una granja de Homestead, Florida.

Defensores de los inmigrantes esperan que su mensaje llegue a Trump, a los legisladores del congreso y al público, además de proporcionar un sentido de unidad y fuerza entre los opositores a las políticas del gobierno.