Nueva York, RD Herald. – Aunque la comunidad dominicana es una de las más grandes y visibles de Nueva York, su influencia política sigue rezagada frente a grupos más pequeños, como la comunidad musulmana.
El contraste plantea una pregunta inevitable: ¿por qué los dominicanos, siendo tantos, no logran aún el mismo nivel de representación en el poder local?
📊 Dominicanos y musulmanes en cifras
- Dominicanos:
Según el Censo 2020, más de 702 000 dominicanos residen en la Ciudad de Nueva York, concentrados especialmente en el Bronx, Manhattan (Washington Heights) y Queens. Si se suman las áreas metropolitanas de Nueva Jersey y Connecticut, el número supera el millón de personas.
República Dominicana es el mayor país de origen de inmigrantes latinos en Nueva York, superando incluso a Puerto Rico y México en crecimiento reciente. - Musulmanes:
En la misma ciudad, se estima que viven entre 400 000 y 800 000 musulmanes, dependiendo de la fuente y del margen de conteo. Aun siendo una comunidad más diversa (incluye personas de Bangladesh, Pakistán, Egipto, Yemen, Senegal, Nigeria, entre otros), han logrado estructurar un bloque político coherente y bien articulado.
En todo el área metropolitana de Nueva York, la cifra supera los 1.5 millones de musulmanes.
En otras palabras, los dominicanos podrían ser más numerosos que los musulmanes dentro de la ciudad, pero su peso político e institucional no refleja ese predominio demográfico.
🤝 Organización y liderazgo: el factor decisivo
El poder político no se mide solo en números, sino en capacidad de organización, articulación de agenda y disciplina electoral.
La comunidad musulmana de Nueva York ha construido, desde hace más de dos décadas, redes interconectadas de mezquitas, asociaciones civiles, organizaciones estudiantiles y fundaciones de derechos humanos que participan activamente en elecciones locales, campañas y movimientos sociales.
Por ejemplo:
- En distritos de Queens y Brooklyn, los musulmanes han logrado elegir representantes como Zohran Mamdani, legislador estatal que simboliza el ascenso político de esta comunidad.
- Han impulsado el “Muslim Vote”, un movimiento que coordina apoyo electoral y exige compromisos concretos a los candidatos.
En contraste, la comunidad dominicana, aunque influyente culturalmente (en el arte, los medios y la economía local), mantiene una estructura política fragmentada.
Muchos dominicanos están afiliados a diferentes partidos estadounidenses (Demócrata o Republicano) sin una organización unificada que los respalde como bloque étnico-electoral.
⚖️ Factores que explican la diferencia
- Dispersión política y falta de liderazgo central:
Los dominicanos han producido figuras valiosas, como Adriano Espaillat, primer congresista dominicano-americano, y varios concejales locales. Sin embargo, no existe un liderazgo colectivo ni una agenda común.
En cambio, los musulmanes construyen plataformas de incidencia con objetivos claros: defensa de derechos, participación electoral y representación legislativa. - Capital social vs. capital político:
Los dominicanos dominan sectores de emprendimiento, cultura, gastronomía y trabajo comunitario, pero ese capital social aún no se traduce en capital político organizado. - Relación con la isla:
La comunidad dominicana mantiene fuertes lazos con el país de origen, lo que a veces dispersa su energía política entre la realidad dominicana y la estadounidense. Los musulmanes, en cambio, enfocan su poder político directamente en el país donde residen. - Educación cívica y voto estratégico:
La educación electoral dentro de las comunidades musulmanas ha sido sistemática, con centros de formación y campañas en escuelas, mezquitas y universidades. En la comunidad dominicana, la participación electoral crece, pero aún enfrenta barreras de registro y motivación.
🌎 El contexto global del liderazgo inmigrante
En el panorama político global, los grupos que logran representación son aquellos que transforman identidad en agenda.
Así como los musulmanes en EE. UU. lo han hecho desde su diversidad étnica, los dominicanos podrían lograr un liderazgo de peso si construyen alianzas intergeneracionales, institucionales y culturales.
Nueva York tiene hoy una oportunidad histórica: su comunidad dominicana ya no es solo una diáspora; es un pueblo con peso electoral, económico y cultural real. Lo que falta no son cifras, sino estructura y estrategia.
📈 En conclusión
- Los dominicanos son posiblemente más numerosos que los musulmanes en Nueva York.
- Pero los musulmanes han desarrollado una maquinaria cívica y política más cohesionada, que los ha colocado en posiciones de liderazgo y representación.
- El reto dominicano no está en el número, sino en la organización y visión colectiva: pasar del orgullo comunitario al poder político efectivo.



