Joey Torres defiende su inocencia por uso indebido de empleados del gobierno
El alcalde de Paterson (Nueva Jersey), José “Joey” Torres, es el quinto boricua a cargo de una ciudad estadounidense que ha sido imputado de corrupción en la última década.
Los cargos en su contra, divulgados el martes, representan el más reciente ejemplo de lo que el fiscal general de Nueva Jersey, Christopher Porrino, llama “un caso de la vieja escuela de corrupción pública y abuso de poder”: el uso de empleados públicos o contratistas de su gobierno para trabajos privados en su beneficio.
Los cargos presentados por la fiscalía son por conspiración, conducta oficial indebida, un patrón de conducta oficial indebida, tomar para su beneficio propiedad del gobierno y manipulación de registros públicos.
Junto con Torres fueron acusados Joseph Mania, Imad Mowaswes y Timothy Hanlon, supervisores del Departamento de Obras Públicas que colaboraron con las actuaciones indebidas que denuncia la fiscalía.
Los cuatro son imputados de ordenar a empleados de Obras Públicas hacer trabajos de renovación en un almacén que la hija y el sobrino de Torres buscaban convertir en una distribuidora de licores.
Los empleados hicieron las labores en horas oficiales, entre julio de 2014 y abril de 2015. Y hasta facturaron por horas extras, de acuerdo con la fiscalía.
Las tareas incluyeron trabajos de carpintería, electricidad y renovación en general. “Explotaron trabajadores públicos y los fondos del gobierno para su propio beneficio”, señaló el director de la División de Justicia Criminal, Elie Honig, al indicar que el alcalde de Paterson quiso presentarse como “el padre y tío generoso”.
En marzo de 2016, la filial de NBC en Nueva York publicó vídeos capturados por un contratista que tenía una disputa con el alcalde Torres que mostraron a empleados del municipio realizando trabajos en la residencia del político boricua y en el almacén rentado por su hija y sobrino.
El alcalde de Paterson ha proclamado su inocencia y se ha expresado confiado de poder demostrarlo. “He sido consciente desde hace algún tiempo de que había una investigación y no he titubeado en que soy inocente”, sostuvo Torres.
En la última década, otros cuatro alcaldes boricuas en EE.UU. han enfrentado cargos o sido convictos de corrupción: Eddie Pérez, exalcalde de Hartford, Connecticut; George Pabey, East Chicago, Indiana; Samuel Rivera, exalcalde de Passaic, Nueva Jersey; y Joseph Vas, exalcalde de Perth Amboy, Nueva Jersey.
Los cuatro fueron convictos. Pero, la sentencia de Pérez –quien está pendiente de un nuevo juicio– fue anulada en octubre pasado.
En 2009, la excirujana general Antonia Coello Novello fue sentenciada a 250 horas de trabajo, a restituir $22,000 y pagar una multa de $5,000 por certificar falsamente el trabajo de empleados del Departamento de Salud de Nueva York, cuando lo dirigía, que utilizó para tareas personales.
La investigación en contra del alcalde Torres sigue abierta, segúnla fiscalía del estado de Nueva Jersey. Y el político boricua, de ser convicto, se enfrenta a una sentencia de más de 10 años de cárcel y multas que pueden superar los $150,000.
El negocio de su hija y sobrino, sin embargo, no se materializó. Los familiares del alcalde dejaron de rentar el espacio, pues no lograron los permisos que les requería el estado.