El Tribunal Supremo Electoral determinó este viernes que el resultado electoral del 2014 de Dilma Rousseff en la que el presidente Michel Temer fue la fórmula vicepresidencial, no será anulada, lo que implica que el mandatario no será destituido de su cargo.
Los ministros del Tribunal Supremo, Napoleão Nunes, Admar Gonzaga, Tarcísio Vieira y el presidente del TSE, Gilmar Mendes, votaron en contra de la anulación de la elección, mientras que Herman Benjamin, Luiz Fux y Rosa Weber, votaron a favor.
El magistrado y presidente del tribunal, Gilmar Mendes, aseguró en su intervención que «no se sustituye a un presidente de la República en cualquier momento (…) La anulación de un mandato debe ocurrir en situaciones relevantes».
Con esta decisión, Temer elimina uno de los frentes judiciales que tiene abiertos y pasa a enfrentar otro no menos complicado en la Corte Suprema, que ha abierto una investigación en su contra por los supuestos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
Esas sospechas se fundamentan en confesiones de directores del grupo JBS, que han declarado a la justicia que sobornan a Temer desde 2010 y han entregado unos audios que comprometen la situación del mandatario.
