Río de Janeiro, RD Herald. – Las autoridades brasileñas confirmaron este sábado que al menos 132 personas han muerto como resultado de una operación policial masiva ejecutada en múltiples favelas de Río de Janeiro, convirtiéndose en la más letal en la historia moderna del estado. El operativo fue dirigido contra facciones del crimen organizado vinculadas al narcotráfico y al suministro de armas de uso militar.
Operativo sin precedentes
La acción fue coordinada por unidades de élite como el BOPE (Batallón de Operaciones Especiales) y la Policía Federal, con apoyo aéreo y tecnológico. Testigos aseguran que la operación inició en la madrugada y se extendió por horas, abarcando comunidades de alto riesgo donde operan bandas del Comando Vermelho y el Terceiro Comando Puro.
Según fuentes oficiales, la mayoría de los fallecidos eran miembros de organizaciones criminales que respondieron con fuego automático. Sin embargo, organizaciones civiles denuncian posibles ejecuciones extrajudiciales y víctimas colaterales dentro de zonas densamente habitadas.
Gobierno justifica, sectores sociales denuncian
El gobernador de Río, Cláudio Castro, defendió el operativo afirmando que fue una acción “contundente y necesaria” para combatir grupos con capacidad bélica semejante a fuerzas paramilitares.
No obstante, plataformas de derechos humanos calificaron el operativo como una masacre, alertando sobre un patrón de “guerra abierta” en zonas pobres. Exigieron transparencia y acceso a los informes balísticos y forenses.
Alerta internacional
Varios observadores internacionales han advertido que la cifra de muertos supera por amplio margen cualquier operativo reciente en América Latina, lo que podría generar repercusiones en la ONU, la OEA y cortes internacionales por potencial uso excesivo de la fuerza.



