Santo Domingo, RD Herald. – La historia del sonido grabado está llena de inventos que transformaron la manera en que escuchamos música y almacenamos recuerdos. Uno de esos hitos fue la grabadora de carrete abierto, ampliamente disponible desde finales de los años 40, que permitió a los usuarios experimentar con la cinta magnética. Sin embargo, manipularla era más complicado que colocar un disco de acetato de vinilo.
Para simplificar la experiencia, los fabricantes desarrollaron cajas o cartuchos que protegían la cinta dentro de un contenedor metálico o plástico, evitando el manejo directo y marcando el inicio de una nueva era en la reproducción casera y portátil.
El nacimiento del cassette
En 1963, la empresa Philips presentó el cassette compacto, un pequeño estuche plástico con una cinta magnética en su interior que permitía grabar y reproducir sonidos con facilidad. El invento se popularizó durante los años 80 por varias razones:
- Era resistente al polvo, calor y golpes.
- Tenía un bajo costo, lo que lo hizo accesible.
- Ofrecía hasta 120 minutos de duración, ideal para música o grabaciones de voz.
Aunque su fidelidad no alcanzaba los estándares de los vinilos, su practicidad lo convirtió en el formato favorito de una generación.
El auge del cartucho de 8 pistas
Un año después, en 1964, surgió el cartucho de 8 pistas, desarrollado por un consorcio encabezado por Bill Lear (Learjet), junto con Ampex, Ford, Motorola y RCA Records. Este formato utilizaba una cinta magnética de 1/4 de pulgada y se convirtió en un estándar, especialmente gracias al apoyo de la industria automotriz.
En septiembre de 1965, Ford Motor Company ofreció reproductores de 8 pistas instalados de fábrica en tres de sus modelos de 1966: el Mustang, Thunderbird y Lincoln. RCA, por su parte, lanzó al mercado más de 175 cartuchos con música pregrabada de sus artistas.
Para 1967, todos los modelos Ford incluían la opción del reproductor, y el sistema rápidamente desplazó al de cuatro pistas. Así, el “ocho track” dominó autos y hogares hasta finales de los 70, cuando comenzó a ser reemplazado por nuevas tecnologías.
De Europa a Estados Unidos
El cassette compacto debutó en Europa en 1962 y un año después en EE. UU., consolidándose como la gran alternativa al disco de vinilo en los años 70. La clave de su éxito fue la decisión de Philips de licenciar el formato gratuitamente, en parte por presión de Sony, lo que lo volvió un estándar global.
Su carácter regrabable y portátil lo convirtió en el mejor aliado de estudiantes, melómanos y radios caseras, hasta que más tarde, en los 90, los CDs comenzaron a ocupar su lugar en la preferencia del público.
🎶 Hasta una próxima entrega sabatina, donde seguimos desempolvando la historia sonora que marcó generaciones.