El presidente de Argentina, Mauricio Macri, consideró que hay que seguir la situación de Venezuela desde una posición firme porque, a su juicio en el país no se respeta la democracia ni los derechos humanos.
En un encuentro con medios españoles en la residencia presidencial de Olivos, en la provincia de Buenos Aires, el mandatario rechazó la decisión del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, que este jueves ratificó la condena de casi 14 años a Leopoldo López.
“Fue una ‘pseudoCorte’ Suprema la que confirma una condena que no corresponde con Leopoldo López”, aseveró antes de insistir en los “límites” que tiene Argentina, que ejerce la presidencia pro tempore del Mercosur, para influir en los asuntos internos de una nación.
Macri apuntó que las cosas “están peor” en Venezuela que hace un año e hizo hincapié en que a los argentinos les toca de cerca porque el kirchnerismo, que gobernó durante 12 años antes de la llegada al poder del líder del frente conservador Cambiemos en diciembre de 2015, estuvo al borde de “chavizar” el país austral.
“Tuvimos que luchar mucho para evitarlo”, afirmó antes de anunciar que intentará ayudar a que se salde el conflicto político, económico y social en el que se encuentra el país.