Santo Domingo, RDHerald.- Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de Franklin Almeida Rancier, ex miembro del comité político del PLD, quien hoy sufrió un infarto. Tenía 72 años. Almeida no sólo fue una figura destacada del PLD, sino también miembro del actual Comité Político de La Fuerza del Pueblo. Su fallecimiento es una gran pérdida para ambas partes, así como para todo el país.
Además de su carrera política, Almeida también fue conocido por sus vínculos familiares. Su esposa, Josefina Pérez Gabiño, es sobrina del fallecido profesor, líder y expresidente Juan Bosch. La familia de Almeida fue una fuente de fortaleza y apoyo para él durante toda su vida.
El difunto Dr. Almeida tuvo una larga y distinguida carrera en política. Fue precandidato a la presidencia de la República y también se desempeñó como Ministro del Interior y Policía. Su dedicación y pasión por servir a su país siempre serán recordadas.
De acuerdo con sus deseos, el cuerpo de Almeida será incinerado. Sin embargo, su familia está actualmente esperando que dos de sus hijos que viven en el extranjero participen en los preparativos del funeral. Los detalles del funeral se anunciarán más adelante.
Mientras lamentamos la pérdida de Franklin Almeida Rancier, recordemos también sus contribuciones al panorama político de la República Dominicana. Todos los que lo conocieron lo extrañaremos mucho.
En palabras del propio Almeida, «Siempre he estado comprometido a servir a mi país y a su gente. Mi única esperanza es que mi legado inspire a otros a hacer lo mismo». Que su legado siga viviendo e inspirando a las generaciones futuras.
El fallecimiento de Franklin Almeida sirve como recordatorio de que las figuras políticas no son sólo figuras públicas, sino también personas con familias y seres queridos. Es importante honrar sus contribuciones y al mismo tiempo respetar la privacidad y el proceso de duelo de sus familias. Aprovechemos también esta oportunidad para reflexionar sobre el estado actual de la política en la República Dominicana y luchar por la unidad y el progreso para todos. La dedicación de Almeida al servicio de su país debería servir como recordatorio del potencial para un cambio positivo en nuestra sociedad.
