Washington, D.C., RD Herald. – La canciller de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, y el subsecretario de Estado de Estados Unidos para el hemisferio occidental, Christopher Landau, sostuvieron un encuentro en el que analizaron la posibilidad de implementar en Haití un modelo de seguridad inspirado en la experiencia salvadoreña.
Durante la reunión, Hill Tinoco resaltó que El Salvador ha logrado reducir drásticamente los índices de violencia y criminalidad gracias a un sistema de seguridad basado en la coordinación interinstitucional, la tecnología y el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad.
El modelo salvadoreño ha demostrado que con voluntad política, inversión en tecnología y un compromiso directo con la ciudadanía es posible transformar la realidad de un país”, afirmó la canciller.
Por su parte, Landau destacó que Estados Unidos ve con interés la experiencia de El Salvador, pues ofrece un ejemplo de cómo la cooperación internacional puede respaldar iniciativas locales que generen resultados tangibles en materia de seguridad.
Haití, un reto regional
La propuesta surge en un contexto de inseguridad crónica en Haití, donde las pandillas mantienen el control de amplias zonas urbanas, dificultando la gobernabilidad y la asistencia humanitaria. Tanto Estados Unidos como países de la región han buscado mecanismos para apoyar al Estado haitiano en la construcción de instituciones más sólidas.
Hill Tinoco subrayó que el modelo no pretende ser una copia literal, sino una adaptación a la realidad haitiana, tomando en cuenta factores sociales, económicos y culturales propios de ese país.
La idea es compartir buenas prácticas y evitar que Haití continúe atrapado en una espiral de violencia que afecta no solo a su población, sino también a toda la región”, agregó.
Cooperación futura
El encuentro concluyó con el compromiso de ambos funcionarios de explorar mecanismos de cooperación trilateral que permitan avanzar en el diseño de un sistema de seguridad integral para Haití, con apoyo técnico y financiero de Estados Unidos y la asesoría metodológica de El Salvador.
Con este planteamiento, Washington y San Salvador buscan ofrecer una salida regional a una de las crisis más complejas del Caribe, destacando que la seguridad en Haití es un asunto estratégico para toda América Latina.