El nombre de “Cartel de los Soles” tiene su origen en las insignias en forma de sol que portan los generales de la Guardia Nacional de Venezuela en sus uniformes. Desde hace más de dos décadas, diversos informes de inteligencia y denuncias internacionales han señalado que oficiales de alto rango, identificados por esos símbolos, habrían estado vinculados al tráfico de drogas en la región, articulando redes de transporte desde Venezuela hacia Centroamérica, el Caribe y posteriormente a Estados Unidos y Europa.
Países bajo sospecha
Aunque el epicentro de este entramado es Venezuela, distintos reportes han sugerido ramificaciones en Cuba, Nicaragua, Bolivia y México, donde se mencionan conexiones políticas o logísticas que facilitarían operaciones ilícitas. Estos señalamientos, aunque nunca confirmados en juicios internacionales concluyentes, han alimentado la narrativa de un “bloque” que protege y se beneficia del narcotráfico regional.
Maduro y Diosdado Cabello según EE. UU.
De acuerdo con acusaciones formales del Departamento de Justicia de Estados Unidos, tanto Nicolás Maduro como Diosdado Cabello han sido señalados como figuras centrales en esta red, acusados de usar el aparato estatal para garantizar impunidad y financiamiento a través del narcotráfico. Para Washington, Maduro no es visto como un presidente legítimo, sino como el líder de un régimen acusado de corrupción, represión y vínculos criminales.
En ese sentido, se plantea la paradoja: ¿por qué EE. UU. no captura directamente a Maduro si existen acusaciones formales? La respuesta está en la diplomacia y el derecho internacional. Perseguir a un jefe de Estado en funciones implicaría reconocer de facto una invasión o acción bélica, algo que tendría consecuencias globales. Por eso Washington opta por sanciones, bloqueos financieros y recompensas millonarias por información que lleve a capturas de funcionarios claves, pero evita un movimiento directo que podría incendiar la región.
Apoyos internacionales
- Cuba mantiene su respaldo político a Maduro, en un eje de cooperación que trasciende lo militar y lo ideológico. La Habana niega vínculos con el narcotráfico y acusa a EE. UU. de manipular estas acusaciones para justificar sanciones.
- Nicaragua, bajo el gobierno de Daniel Ortega, se ubica en la misma línea: defensa del chavismo, rechazo a las “intervenciones imperialistas” y alineación en foros internacionales.
- Otros países como Bolivia o sectores políticos de México también han mostrado posturas ambiguas o de respaldo diplomático.
Conclusión
El “Cartel de los Soles” no es solo un término de acusación judicial, sino un concepto que ha escalado a la arena geopolítica. Para EE. UU., más que un cartel tradicional, representa la fusión entre aparato militar, poder político y crimen organizado en Venezuela.
La dificultad para actuar directamente contra Maduro obedece a un delicado balance: no reconocerlo como presidente, pero al mismo tiempo no traspasar las fronteras de la diplomacia hacia una confrontación militar abierta. Y en medio, países aliados como Cuba y Nicaragua refuerzan su posición, manteniendo vivo un eje político que desafía a Washington.