Colega de niñera dominicana dice actuaba extrañamente, se veía mal y se quejaba del trabajo

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Hermana niñera asesino niños

New York, RDHerald.- La niñera afroamericana Chelsea Andrews, colega de la dominicana Yoselyn Ortega, enjuiciada por el asesinato de dos niños a su cuidado en octubre de 2012, testificó el viernes ante el jurado, diciendo que la acusada actuaba extrañamente en esa fecha, se veía mal y que se quejaba constantemente por el poco dinero que le pagaban los padres de las víctimas, Lucía y Leo Krim, de 6 y 2 años de edad.

Andrews, testificó que Yoselyn Ortega estaba actuando de manera extraña el 24 de octubre de 2012, cuando se quejó sobre trabajar para la familia Krim.

«Cuando la vi ese día, en ese estado de ánimo, no quería programar una cita para jugar con ella porque no me gustaba su aspecto», dijo Andrews.

En ese momento, la niñera afroamericana cuidaba una niña que jugaba con los niños supuestamente asesinados por Ortega, el 25 de octubre.

NUEVA YORK._ Chelsea Andrews, niñera colega de la dominicana Yoselyn Ortega, testificó el viernes que la acusada actuaba extrañamente y se veía mal en octubre de 2012. (Fotos fuente externa)

Testificando para la defensa, Andrews dijo que le preguntó a Ortega qué había pasado ese día. «Mucho trabajo, poco dinero», le dijo Ortega. Andrews no le respondió diciendo que «eso era asunto de Yoselyn y no mío. Si ella está trabajando demasiado y el dinero es muy poco, encuentra un trabajo diferente».

Durante el testimonio de Andrews, Ortega repetidamente murmuró «no» y señaló con dos los dedos en desacuerdo.

Otra testigo, la dominicana Francisca Corniel, amiga de Ortega durante 43 años, agregó que la niñera nacida en República Dominicana se veía mal en octubre de 2012.
«Cuando fue a mi casa, vi que tenía círculos oscuros. Parecía enferma, parecía que no estaba bien», testificó Corniel. «Ella dijo que no estaba durmiendo bien».

Ortega le dijo a Corniel, de 80 años, que «no se sentía bien en ese trabajo, no se sentía cómoda».

Mientras tanto, los miembros del jurado soportaron otro lote de sangrientas fotos de la escena del crimen que mostraban a Ortega empapada en sangre y tirada en el suelo del baño del apartamento de los Krim, donde puso los cuerpos de los niños asesinados.
Ortega se cortó la garganta cuando la madre Marina Krim abrió la puerta para descubrir el baño de sangre.