NUEVA YORK, 4 mayo (Reuters) – El narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán continuará incomunicado en una prisión de Nueva York, dijo el jueves un juez de Estados Unidos, aunque podrá enviar mensajes previamente controlados a su esposa por razones personales y ayudar a preparar su defensa legal.
Los abogados de Guzmán designados por la justicia protestaron en marzo que el capo de la droga estaba bajo estrictas condiciones innecesarias y pidieron que fuera enviado con la población general de la cárcel.
Pero el juez de distrito Brian Cogan en Brooklyn dictó que existían buenas razones para las inusuales medidas para con Guzmán, quien escapó de dos cárceles mexicanas.
Un abogado de Guzmán no realizó comentarios de inmediato.
Guzmán debe permanecer 23 horas al día en su celda, con las luces encendidas todo el tiempo, y no tiene permitido hablar con su esposa ni otros familiares. Puede ejercitarse durante una hora en una pequeña celda sin aire ni luz solar, según una carta enviada en marzo a los fiscales por parte de Amnistía Internacional.
El grupo de derechos humanos había solicitado revisar la celda de Guzmán, pero Cogan rechazó el jueves el pedido, diciendo que la participación de Amnistía «sensacionalizaría más» el caso.
Aunque los abogados de Guzmán habían dicho que las condiciones eran más estrictas que en cualquier otra prisión del país, Cogan sostuvo que no eran inusuales para el confinamiento en solitario y que no haría del caso un «referendo» sobre el uso de la medida.
Los abogados del mexicano también pidieron más libertad para que hable con otras personas para planear su defensa, incluyendo su esposa y potenciales testigos. El juez dijo que Guzmán no se podía comunicar con testigos, citando sus «supuestos antecedentes de intimidación de testigos».
Sin embargo, el juez agregó que podría enviar mensajes escritos a su esposa sobre la contratación de abogados y temas personales, pero que serán sujetos a un control por parte de las autoridades estadounidenses.
«El Juicio en EEUU a el «El Chapo» Guzmán se iniciará en abril de 2018″
Un juez de Estados Unidos programó para el 16 de abril de 2018 el juicio del narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, durante años el hombre más buscado de su país, por cargos de tráfico de drogas y conspiración.
En el tribunal federal de Brooklyn, el juez federal de distrito Brian Cogan reconoció en una audiencia realizada el viernes que la fecha era «algo ambiciosa» y que podría retrasarse dada la complejidad del caso y la cantidad de evidencias que los abogados deben revisar antes del juicio.
La audiencia se realizó un día después de que Cogan se negó a ordenar el término del aislamiento en el que se encuentra Guzmán en una prisión federal de la ciudad de Nueva York. Sus abogados, nombrados por el tribunal, afirmaron que actualmente «El Chapo» enfrenta condiciones innecesariamente duras y restrictivas que le dificultaban organizar su defensa.
Sin embargo, el juez dictaminó que Guzmán podría enviar cartas preseleccionadas a su esposa, Emma Coronel, quien estuvo presente en la audiencia del viernes y que no tiene permitido visitar a su marido.
Michelle Gelernt, uno de los abogados de Guzmán, volvió a destacar las condiciones de encarcelamiento de Guzmán en la audiencia del viernes, diciendo que era difícil revisar la evidencia porque los abogados sólo podían hablar con el detenido a través de una barrera de plexiglás.
Guzmán dijo en la audiencia, a través de un intérprete, que sabía que cuatro de los testigos que esperan testificar en su contra habían estado previamente representados por los mismos defensores públicos federales que lo representan, aunque no por los mismos abogados, planteando la posibilidad de un conflicto de interés. Sin embargo, dijo que deseaba seguir el proceso con sus abogados.
Los cuatro testigos, cuyos nombres no han sido revelados, están actualmente cumpliendo penas de prisión en Estados Unidos, dijo Coogan.
Guzmán, que vendió naranjas cuando niño antes de dedicarse al narcotráfico desde la década de 1970, fue extraditado el 19 de enero de México a Estados Unidos para enfrentar cargos por tráfico de drogas. Anteriormente se había fugado de dos cárceles mexicanas.