Ex sargento dominicano enjuiciado por sobornos afirma oficina de licencias para armas del NYPD es antro de corrupción

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El ex sargento del NYPD David Villanueva, afirmó en el juicio que la oficina de permisos para armas de la policía “es un antro de corrupción”.

Nueva York, RDHerald.- El ex sargento dominicano David Villanueva, que está siendo enjuiciado por sobornos en la Corte Federal del distrito Sur en Manhattan, afirmó que la oficina de permisos para armas del Departamento de Policía (NYPD), “es un antro de corrupción”.

Villanueva, fue detenido y acusado junto a numerosos oficiales implicados en uno de los mayores escándalos de corrupción de la uniformada, entre ellos el también dominicano Robert Espinal, quienes daban los permisos a cambio de dinero, privilegios y regalos.

Dijo en su testimonio que él y sus compañeros recibieron durante años por repartir permisos de armas, dinero en efectivo, prostitutas, relojes caros, recuerdos de béisbol y vacaciones pagadas a la República Dominicana, Miami, Puerto Rico, Bahamas, México y Hawai.

Villanueva, era un supervisor de la División de Licencias para armas del NYPD, y aseguró que él y otros policías, incluidos los oficiales Richard Ochetel, Espinal y el teniente Paul Dean, estuvieron bajo la tutela de los llamados expedidores de armas, quienes les daban y gestionaban sobornos con interesados en obtener los permisos.

A cambio, los oficiales distribuyeron permisos de pistolas como si fueran dulces, incluso a personas que no deberían haberlos tenido, dijo Villanueva.

Un expedidor, dijo, puede haber tenido vínculos con el crimen organizado. Otro recibió ayuda con 100 permisos de armas a lo largo de los años, «pero ninguno de los cuales debería haber sido aprobado”.

Villanueva identificó en el testimonio a John Chambers, un autodenominado abogado que gestionaba armas para celebridades y acusado de llevarle a Villanueva regalos lujosos, incluyendo un reloj con diamantes de $8.500 y boletos para espectáculos de Broadway, a cambio de permisos.

Villanueva, quien se declaró culpable y está cooperando con los federales, hizo un perfil de muchos expedidores implicados en el caso.

Frank Soohoo, quien se declaró culpable en 2016, acompañó a Villanueva y Ochetel con viajes a las Bahamas, México y Hawai, dijo el ex sargento de la policía. Soohoo también organizó lujosas fiestas en su tienda de armas de Queens para los oficiales y ocasionalmente contrató prostitutas, dijo Villanueva.

Aqui el ex oficial Robert Espinal, también acusado

A cambio, Soohoo recibió ayuda para obtener los permisos, incluido el asesoramiento sobre cómo ayudar a un cliente legalmente excluido a ser dueño legítimo de un arma, dijo Villanueva.

El expedidor Alex «Shaya» Lichtenstein, quien también se declaró culpable, pagó $1,000 por cada permiso de armas, dijo Villanueva. A cambio, se le concedieron al menos 100 artefactos entre 2012 y 2015, ninguno de los cuales debería haber sido aprobado porque faltaba el papeleo reglamentario, dijo Villanueva.

El expedidor Alex «Shaya» Lichtenstein, quien también se declaró culpable, pagó $1,000 por cada permiso de armas, dijo Villanueva. A cambio, se le concedieron al menos 100 artefactos entre 2012 y 2015, ninguno de los cuales debería haber sido aprobado porque faltaba el papeleo reglamentario, dijo Villanueva.

Chambers proporcionó a Villanueva cenas, entradas para espectáculos de Broadway, ropa, relojes y recuerdos de béisbol, dijo el ex sargento, que incluía fotos autografiadas de Alex Rodríguez y Mickey Mantle y una firma de Willie Randolph.

Los fiscales también pasaron el reloj de $8,500 que dicen que Chambers le entregó a Villanueva a cambio de ayudar a un cliente cuyas licencias estaban en riesgo porque no informó sobre múltiples incidentes de violencia doméstica en los que estuvo involucrado.

El ex sargento dijo que pudo ayudar al hombre, acusado de golpear a su esposa, y mantener dos de sus cuatro licencias de armas, incluida una para su residencia.

Los oficiales Dean y Espinal han negado las alegaciones de soborno del Gobierno en su contra y están a la espera de un juicio. Ochetel se declaró culpable.