La Romana, RDHerald. – Con el correr de los años, el paso del tiempo, lo cual es inevitable, muchas de nuestras tradiciones se van perdiendo, debido a que el ajetreo en estos tiempos modernos, la prisa, el vivir pendientes del celular, la falta de interés por el buen convivir, etcétera, nos han llevado de forma progresiva a olvidarnos de muchas de las costumbres de la buena educación de antaño.
Urgente, necesitamos recuperar en nuestros hogares, planteles escolares y lugares de trabajo esas normas de educación y cortesía que, poco a poco, pueden volver a hacer de esta una mejor sociedad. Los de nuestra generación hemos visto como poco a poco aquellas tradiciones con que crecimos se han ido esfumando, por ejemplo, las cabañuelas, Los Reyes Magos el 6 de enero, el recogimiento en Semana Santa, la quema de Judas, la celebración del día de San Andrés el 30 de noviembre, y una muy particular, la de beber del primer agua-lluvia de mayo.
En las décadas ’50 -’60 tras la prolongada sequía de la Cuaresma al llegar mayo, conocido como el mes de la lluvia, cuando caía la primera nadie se la quería perder, pues para muchos parece que tenía poderes mágicos. Donde quiera que se estuviese, las personas salían corriendo para dejarse mojar por esta agua de corte milagroso para muchos, pues se decía que servía para la salud, para el amor, el éxito, el dinero y hasta para la prosperidad.
En Cuba, por ejemplo, existen aquellos que tienen su plegaria y hasta dicen que esta llovizna, si algo trae, es belleza poniendo en práctica también la costumbre de mojarse detrás del cuello, las manos y las piernas, también la cara para evitar arrugas.
En Honduras es presagio de que la cosecha de maíz será muy abundante y exquisita en esa temporada, mientras que en Quisqueya la bella se piensa que cura el “embuchao”, malestar en el estómago que impide comer porque uno se siente lleno. Así que, si alguien está enfermo del estómago en el momento en que cae esa primera lluvia, solo con beber un poco de esta agua inicial del quinto mes del año ya quedará curado y listo para otra apoteósica comelona y en el caso de quienes están saludables, beber esta agua impedirá que se enfermen. Por eso la inquietud de beber unos sorbos de la primera agua del mayo.
La magia no es solo tomar esta agua sino el ritual con el que muchos acompañan esos primeros tragos. Uno que siempre me llamó la atención es que hay quienes se toman los tragos en orden inverso: dicen tercero, con el primer trago y así sucesivamente hasta llegar al tercero donde dicen primero. Por lo tanto, si Ud. vivió esos momentos, tenga su jarrito de salsa con su asa de reglamento listo para cuando llegue la oportunidad. ¡Buen provecho !!!