Santo Domingo, RDHerald.- En un discurso reciente a los sacerdotes, el Papa Francisco reiteró su recomendación de homilías más breves y más interesantes, instando a los sacerdotes dominicanos a mantener sus sermones en menos de ocho minutos para evitar que su congregación se quede dormida.
No es la primera vez que el Papa habla sobre este tema. En 2023, declaró que las homilías largas son un «desastre» y deben evitarse.
Cuando se le preguntó su opinión al respecto, el padre Roberto Martínez de Yamasá admitió en broma que sus homilías tienden a ser más largas, pero apoya la observación del Papa. «Estoy de acuerdo con eso. El mensaje debe ser enfocado: introducción, desarrollo y conclusión; obviamente, ir al grano de la palabra de Dios», afirmó. El padre Martínez también mencionó que tomará en consideración la recomendación del Papa y trabajará para reducir la duración de sus sermones.
El padre Kennedy Rodríguez, párroco de San Antonio de Padua en Gazcue, Distrito Nacional, expresó su total apoyo a las palabras del Papa. «Estoy totalmente de acuerdo con el Papa Francisco. Nuestras homilías deben ser concisas y atractivas para mantener la atención de nuestra congregación», afirmó.
La recomendación del Papa no sorprende, ya que siempre ha enfatizado la importancia de transmitir un mensaje claro e impactante a los fieles. En su opinión, las homilías más breves permiten una transmisión más centrada y eficaz de la palabra de Dios.
A medida que la Iglesia Católica continúa evolucionando y adaptándose al mundo moderno, es esencial que los sacerdotes tengan en cuenta las necesidades y la capacidad de atención de su congregación. Con la guía del Papa, los sacerdotes dominicos pueden trabajar para ofrecer homilías que sean a la vez informativas y atractivas, dejando un impacto duradero en sus feligreses.
En conclusión, el llamado del Papa Francisco a homilías más breves y atractivas es un recordatorio para que los sacerdotes prioricen el mensaje del Evangelio y se conecten con su congregación de una manera significativa. Esforcémonos todos por mantener nuestros sermones concisos e impactantes, siguiendo las sabias palabras del Papa.