Rusia, RDHerald.- Un cerrajero ruso de 38 años ha confesado este martes ser el autor de 26 robos y asesinatos de ancianas entre 2011 y 2012. Nueve años después de que empezara a matar, la policía ha detenido en Kazán (suroeste del Rusia) a Radik Tagirov, uno de los criminales más buscados del país euroasiático.
Conocido como El Maniaco del Volga porque la mayoría de los crímenes fueron en ciudades cercanas a ese río, Tagirov, que tenía antecedentes por robo, fue localizado tras una investigación de su material genético en las bases de datos rusas y de pruebas en los lugares de los crímenes, según el Comité de Investigación del país.
Las autoridades habían ofrecido una recompensa de tres millones de rublos (unos 33.000 euros) a quien diese información que pudiera identificarle.
Tagirov confesó durante el interrogatorio que acabó con la vida de esas mujeres para robarles. Siempre seguía un patrón similar: localizaba a las víctimas de entre 75 y 90 años que vivían solas en edificios de apartamentos, a veces llamaba a sus casas con la excusa de su trabajo como cerrajero, otras se presentaba como empleado de una empresa gestora. También las encontraba en el mercado.
Allí se ofrecía a ayudarlas con las bolsas y las acompañaba a sus respectivas casas donde las estrangulaba con sus propias manos o empleando objetos como un delantal, el cable de una plancha, o las asfixiaba con una almohada. Después, rastreaba el piso en busca de objetos de valor y salía echando la llave. “[El modo de matarlas] Era tranquilo y rápido, me pareció indoloro”, ha dicho a la policía, según las citas recogidas por la agencia estatal Tass.
El Maniaco del Volga empezó a matar en 2011 en Kazán, donde asesinó a seis abuelas, según los investigadores. Después se dirigió a otras provincias cercanas al río. Actuó en Samara y Saratov, pero también en las regiones de los Urales o Izvestia, y en ciudades como Chelyabinsk, Ekaterimburgo, Perm o Izhevsk.
El cerrajero, arrestado en su casa de Kazán, fue localizado por las autoridades después de comparar rastros genéticos encontrados en algunas de sus víctimas con una base de 10.000 perfiles de personas detenidas y condenadas en Rusia, en la que también se almacenaron sus datos cuando fue condenado por robo y posesión ilegal de armas en 2009. Se enfrenta a cargos que pueden llevarle a cadena perpetua.